martes, 30 de agosto de 2011

Los sueños, a veces, se cumplen.

Sueño y objetivo cumplido: ayer volvimos sonrientes del Vignemale. Esa montaña de la que me quedé prendado la primera vez que la ví. Curiosamente la estampa que viene a mi cabeza cuando pienso el ella es ésta de la foto (sacada desde Oulettes). ¡Qué ganas tenía de estar allí!!! Y he disfrutado un montón; yo y todo el grupo (de izda a dcha: Carro, Pantus, Yo y Pi).
Nuestras caras lo dicen todo, y eso que era el primer día y aún nos quedaba mucho por patear.
En breve me pondré con la krónika.

No hay comentarios:

Publicar un comentario